Se me habían acabado los medios
para hacerte regresar,
no porque te estuviese olvidando,
sino porque ahora te extrañaba mas,
había agotado todos los medios
en tan poco tiempo.
Entonces desesperado,
hice mi ultima movida,
el más grande grito de auxilio
de un hombre, es el silencio,
me encerré junto con el y los
demonios que la atormentaban,
decidí condenarme yo mismo.
Con la esperanza de que los extrañarás
y vinieras a buscarlos y quizá, no se,
también me llevaras a mi.
Pero,
¿y si no fuese así?
habría cavado mi propia tumba y
creado mi propio infierno con demonios,
ya incluidos.
De fallar me habría condenado
al olvido.
para hacerte regresar,
no porque te estuviese olvidando,
sino porque ahora te extrañaba mas,
había agotado todos los medios
en tan poco tiempo.
Entonces desesperado,
hice mi ultima movida,
el más grande grito de auxilio
de un hombre, es el silencio,
me encerré junto con el y los
demonios que la atormentaban,
decidí condenarme yo mismo.
Con la esperanza de que los extrañarás
y vinieras a buscarlos y quizá, no se,
también me llevaras a mi.
Pero,
¿y si no fuese así?
habría cavado mi propia tumba y
creado mi propio infierno con demonios,
ya incluidos.
De fallar me habría condenado
al olvido.
Publicar un comentario